martes, noviembre 27

A propósito del Discurso de Pánico Moral y la suspensión de niños por pedir la píldora del día después…. (y no se olviden de la Naty).


Extraordinario. Nunca pensó una niña de niña de 13 años en una escuelita de Valdivia en lo que iba a terminar su historia cuando decidió pedirle ayuda a su inspectora. Afligida por haber tenido relaciones sexuales con un compañero, le pidió a la funcionaria ayuda para conseguir la famosa “píldora del día después”… Seguro la sorpresa de la inspectora –frente a tamaña solicitud- debe haber sido muy similar a la de la niña cuándo esta última recibió la noticia de que el Director del establecimiento había decidido suspenderla, junto con su pololo de 14 años, “con el fin de resguardar al resto de la comunidad escolar”.

Se trata al final de la clásica actitud del establecimiento –rancio por definición- que considera que la comunidad escolar debe ser protegida del uso indebido del pene y la vagina en horario de clases. Eso de “proteger” suena como a que el tema fuera viral, como si se tratara de una gripe que duele en su sintomatología y cuyo alza en la temperatura empuja desquiciadamente a buscar un rato de placer a través de la carne. En fin.

La cuestión de que ese par de niños haya iniciado su actividad sexual ya no debiera escandalizar a nadie. Lo que a estas altura debiera ser motivo generador de controversia es la más que torpe actitud de esos dos –aparentes- profesionales de la educación. A estas alturas, y tomando en cuenta las tasas de abortos y los embarazos no deseados, la sana actitud habría sido formar al colegio y parar a los fogosos pololos para felicitarlos delante de todos y de todas. “Haber niños, queremos destacar el día de hoy el ejemplo que sus compañeros nos han dado… han tenido probablemente sus primeras relaciones sexuales (aplausos y ovaciones del estudiantado)… estamos acá para decirles no solo eso, ellos cometieron un pequeño error … (sorpresa en los rostros del estudiantado)… tuvieron relaciones sin protección alguna (tallas del estudiantado)… PEEEERO (elevación de voz para sobreponerse al ruido ambiente del estudiantado)…. Tuvieron la muy buena idea de acercarse a la señorita inspectora, para ver de que manera podía acceder a la píldora del día después, y por cierto, al señorita inspectora logró evitar con ello un embarazo que por supuesto no estaba en los planes de sus compañeros, menos a los 13 y 14 años que tiene… (aplausos del estudiantado, cara de complacencia del director y orgullo de la inspectora)…

Bueno, obvio que algo así podría suceder solo en muy furibunda imaginación.

Esta práctica moralizante, furiosamente integrista, se expresa hegemónicamente en lo social, en lo institucional y por cierto también en la política. Y en términos discursivos se expresa probablemente en lo que el francés Michel Bozón llama el DISCURSO DE PANICO MORAL, utilizado para el manifiesto control de la sexualidad, según dice, sobretodo femenina.

“Es constante –dice- la inclinación de los medios para mostrar una sociedad inmoral, al señalar que actualmente la inclinación sexual de la mayoría de los jóvenes ronda los doces años, cuando no hay sociedad avanzada cuyo rango de iniciación esté por debajo de los 16 años”. Entonces, se puede preguntar uno, ¿de qué cresta estamos hablando? ¿Cómo se puede falsificar tanto la realidad?. Las declaraciones del francés no son una lectura errada de la realidad, él habla desde la sociedad francesa, pero el doctor Ramiro Molina, de la Universidad de Chile viniendo diciendo exactamente lo mismo, para el caso chileno, desde hace harto rato y no difiere en nada, estadísticamente, con lo que pueda señalar un experto para el caso francés.

Se supone que el SEREMI de educación de la Región de Los Lagos tomó conocimiento de la situación y habría impartido una orden municipal para reintegrar a los fogosos tortolitos.

¿Lo bueno?, que la niña igualmente logró acceder a la pastilla, solo que por otros medios.

1 comentario:

No me creas dijo...

Es un gran tema. Concuerdo contigo en que es una porquería que los echaran. Igual los pendex debieron cuidarse. A ver si alguien les enseña lo que es un condón o las pastillas anticonceptivas. Por cierto que no me molesta que me pongas en tus links. Todo lo contrario, es un placer.


Saludos.